martes, 2 de noviembre de 2010

SOBRE BADENES

Los badenes de nuestro pueblo son enormemente molestos incluso sobrepasándolos a una velocidad legal. Además, tienen el problema añadido de que pueden dañar la suspensión de nuestros vehículos, o al menos desgastarla a largo plazo, siendo terriblemente incómodos también para los conductores respetuosos con los límites de velocidad.
Por fortuna tienen los días contados. El Reglamento General de Circulación establece en su artículo 5.2 que todos «los resaltos en los pasos para peatones y bandas transversales» serán legales siempre que «cumplan la regulación básica establecida al efecto por el Ministerio de Fomento». La normativa vigente a que hace referencia entró en vigor el 30 de octubre de 2008, armonizando y unificando cómo deben ser los reductores de velocidad y dónde pueden colocarse. Asimismo da un plazo máximo de dos años para que estos elementos sean adaptados a lo dispuesto por ella.
Efectivamente, la Orden Ministerial FOM/3053/2008, de 23 de septiembre, por la que se aprueba la Instrucción Técnica para la instalación de reductores de velocidad y bandas transversales de alerta en carreteras de la Red de Carreteras del Estado, establece en su disposición transitoria única, apartado segundo, que en el plazo máximo de dos años desde la entrada en vigor de esta instrucción todos los dispositivos existentes en la Red de Carreteras del Estado relacionados con el contenido de la Instrucción que se aprueba por esta orden deberán ser adaptados a lo dispuesto en ella. Es decir, que para el 30 de octubre de 2010 ya deberíamos tener badenes adaptados a la mencionada Instrucción Técnica.

Quiero aquí dar testimonio
de esas bromas del demonio:
LOS BADENES, invención
de gente sin corazón...
gente envidiosa y dañina,
rencorosa, sibilina,
que disfruta con el mal,
y encima, gratis total.

¿Quién inventó los badenes?
Pues, don Eugenio Badén,
un fulano de Jaén
que era muy esaborío...
(y en Baden-Baden también
tenía familia, el tío).

Era un rico niño pijo,
de esos que tienen cortijo
y, cuando duermen la siesta,
cualquier ruido les molesta.
Sólo el pobre boticario
tenía un coche canijo...
y a las tres pasaba, a diario,
por delante del cortijo.

Dijo entonces don Eugenio,
con soberbia caciquil:
“A ver si me las ingenio
para hacer que el Simca 1000que conduce ese marica,
de su casa a la botica
no pueda pasar de treinta...”
¡Lo que el ser humano inventa,
guiado por la maldad
y la irascibilidad!

Y ése fue el primer badén
que cruzó de arcén a arcén:
hecho a base de granito
con molduras de azulejo
-todo bien pulido a espejo-
(Desde luego, muy bonito).

Fue el final del Simca 1000
y del pobre boticario...
¡Y el principio de un calvario
de obstrucción carreteril!

¡Badenes: guardias tumbados!
Exquisitos, refinados
torturadores de bajos...
que acecháis (mira qué majos)ya de día, ya de noche,
al que pasa con su coche.
¡Badenes de perdición,
que dejáis sin suspensión
a los pobres conductores!:

Ójala algún día estén,
esos necios malechores
que tenéis por valedores,
ejerciendo de badén
con sus cuerpos pecadores,
donde va a pasar el tren.

2 comentarios:

  1. Los badenes han contribuido a gerenar riqueza en nuestro pueblo. Son muchas las personas que han tenido que ir al taller a que es arreglen el coche por los putos badenes, como con los pibotes de la calle la Carrera, los de los talleres se estan haciendo ricos.
    No llevara comision el ayuntamiento?

    ResponderEliminar
  2. Si alguien se da con un pivote de la calle la carera es porque es gilipollas y va muy rapido, si no hubiese pivotes los coches se comerian a la personas de las aceras. Este regino vaya mierdas comentarios se escribe. Asi te voy a ir a comprar..

    ResponderEliminar