EL FEMINISMO DE GONZÁLEZ SINDE.(Diario La Tribuna, 7 de noviembre de 2010)

La señora González Sinde no ha acudido a la Semana Internacional de Cine de Valladolid en represalia por las declaraciones del alcalde de dicha ciudad, lo cual es algo así como darle una patada a todos los vallisoletanos en el trasero de su primer edil, al igual que el señor Zapatero hizo con los estadounidenses al permanecer sentado al paso de su bandera para mostrar su desacuerdo con el señor Bush. Ambas posturas serían equivocadas pero dignas si tuvieran su equivalente cuando un jefe de Gobierno extranjero atribuye la alopecia de nuestro nuevo vicepresidente primero y resto de españoles de poco tupida cabellera al consumo de cocaína. En caso contrario, la postura es equivocada y además sectaria. En el fondo, lo que la señora ministra de Cultura no entiende es que el motivo de la inadmisible mofa del alcalde de Valladolid no es la condición de mujer de la señora Pajín, sino la más que evidente incapacidad de ésta para desempeñar la labor ministerial, al igual que no era la feminidad de la “señorita Trini” lo que dio lugar a la burla del señor Alfonso Guerra, sino el dedazo masculino y caprichoso de Rodríguez Zapatero.

            Decía Jardiel que a él las mujeres como más le gustaban era desnudas, y que, una vez desnudas, como más le gustaban era de espaldas. Hoy, en el paraíso del despelote, disfrutaría el maestro de abundante desnudez, tanto física como intelectual. Ahora bien, no esperase ver espalda femenina alguna porque hoy la mujer, sobre todo si es ministra, carece de ella.

Serafín Alcázar Cuesta