EL INFORME

Con la intención de justificar un futuro sablazo al bolsillo de los contribuyentes, el Gobierno ha hecho público un estudio del CIS en el que se afirma que el 42,5 por ciento de los españoles ve preferible pagar más impuestos si eso sirve para gastar más en prestaciones sociales, frente a un 38 por ciento que ve preferible pagar menos. A juzgar por estos datos podríamos pensar que, efectivamente, el actual director del CIS, señor Ramón Ramos, es mucho mejor cocinero que la anterior, señora Belén Barreiro, y que la señora De la Vega, en un alarde de sectarismo, prestó un último servicio al Gobierno con la sustitución de la segunda por el primero. Pero si damos por bueno el informe, y por seguro que hay más de medio país que no nada en la abundancia, cabe una interpretación aun más desasosegante, a saber, que casi la mitad de los españoles ven como única opción para subsistir el recurrir a la prestación social y el subsidio, y no consideran una amenaza para su poder adquisitivo una posible subida de impuestos. Si esto fuera así, podemos tener la certeza de que España, con su Gran Timonel al frente, se iría a pique.

Serafín Alcázar Cuesta