sábado, 12 de junio de 2010

¿QUÉ SE PRETENDE CON LA REFORMA LABORAL?

Hay un consenso total entre los poderes financieros, la gran patronal y los economistas y políticos liberales que se transmite constantemente a los medios de comunicación sobre la necesidad de realizar una reforma del mercado laboral.
También lo hay sobre los contenidos que debería tener esa reforma. Básicamente, el abaratamiento del despido, la descentralización de la negociación colectiva, la flexibilización de los modos de contratación y ahora con menos énfasis, la disminución de costes laborales como los asociados a las cotizaciones sociales.
Sin embargo, es verdaderamente sorprendente que no haya coincidencia sobre los objetivos que pretende la reforma. Es como si un grupos de médicos se pusiera de acuerdo sobre la medicina que debería tomar un paciente pero cada uno de ellos dijera que así se iba a resolver una enfermedad distinta. ¿No nos haría eso sospechar de sus conocimientos o de sus intenciones?
Me parece que esas contradicciones no son fruto de la casualidad.
Lo que ocurre sencillamente es que las propuestas que se están haciendo de reforma laboral se basan en una serie de falsedades que de tanto oír se dan por buenas y en un abanico de prejuicios ideológicos que se difunden sin cesar para disimulan lo que de verdad se busca con la reforma laboral.
 
La primera falsedad es que la reforma laboral sea necesaria para hacer frente a la crisis y más concretamente para acabar con el paro que ésta ha provocado. Es falso porque el desempleo que hoy día se registra en nuestra economía no es el resultado de la legislación laboral, de los costes de despido imperantes (cuando se han perdido casi dos millones de puestos de trabajo sin mayores dificultades por parte de las empresas) o de las rigideces de la negociación colectiva.
Otra falsedad es la que deriva de afirmar que se podrá garantizar ahora o más tarde mayor volumen de empleo o de mejor calidad simplemente actuando sobre el mercado de trabajo.
 Lo que puede ofrecer una reforma como esta es lo mismo que produjeron las anteriores, en España y en todos los países en las que se han llevado a cabo: mano de obra más barata y más dócil, puestos de trabajo más precarios y mejores facilidades para obtener beneficios a costa de producir menos y peor, pero nunca un incremento en el nivel de empleo por sí misma.
  Y tampoco es exactamente cierto decir que el mercado laboral español es rígido, o más que otros países de la Unión Europea, cuando hemos podido comprobar que las empresas han podido realizar ajustes de todo tipo y recurrir a prácticamente cualquier tipo de contrato en estos años y a despedir sin problema a la mano de obra que no podían asumir cuando la crisis bancaria ha destrozado la actividad económica. Como tampoco lo es que los salarios españoles sean excesivamente altos y limiten nuestra competitividad.
  El problema del empleo en España no está en el mercado de trabajo. Está en el modelo de crecimiento, en la actividad de bajo valor, en el tamaño reducido de las empresas,  en la escasez de capital social, en el poco apoyo y protección de nuestras pequeñas y medianas empresas y los autónomos.
En resumen, la reforma laboral que la gran patronal y la banca están reclamando al gobierno no responde a las causas que han provocado la crisis y el desempleo, no va a lograr crear más puestos de trabajo, no acabará con la dualidad entre empleos indefinidos y temporales, no elevará la productividad ni mejorará la competitividad de nuestras empresas, salvo las de aquellas que solo la buscan abaratando la mano de obra. 
Todo esto con el beneplácito turbado u obtuso de unos sindicatos que no defienden al ciudadano trabajador sino más bien sus intereses ideológicos vía subvención.
Que Dios nos pille confesados...

3 comentarios:

  1. Muy de acuerdo con este articulo, yo nunca he estado sindicado, ni falta que me ha hecho, pero cuando he sido empresario, si que sindicalistas me han dado problemas, aunque al final no tenian razón, Lo cierto es que hoy por hoy los sindicatos no tienen ninguna credibilidad, y es una pena.

    ResponderEliminar
  2. Cospedal es la nueva Evita Peron De la Mancha, La nueva garante de los trabajadores.

    ResponderEliminar
  3. yo deje de trabajar voluntariamente cuando me casé, y todos los dias venian a ofrecerme trabajo, ahora llevo mas de un año que quiero hacerlo y no lo consigo, los governantes tienen que hacer algo

    ResponderEliminar