lunes, 8 de febrero de 2010

PRIMERO PONEMOS EL CUADRO Y DESPUÉS MIRAMOS QUE TAL SIENTA

Cuadros de una exposición es una famosa suite de 15 piezas, compuesta por Módest Mussorgsky en 1874. Mussorgsky escribió la obra para piano, pero probablemente es más conocida en la forma de la orquestación y arreglo que de ella hizo el compositor francés Maurice Ravel.
Es una obra maestra, del tipo de música romántica conocida como música de programa o música programática.
Los cuadros eran los siguientes:
Gnomus, El viejo castillo, Tullerías, Bidlo, Ballet de polluelos en sus cáscaras, Dos judíos polacos, El mercado de Limoges, Catacumbas, La cabaña sobre patas de gallina, La Gran Puerta de Kiev


Mussorgsky realizó un conjunto de piezas brillantemente descriptivas que adquieren unidad con un distinguido y noble tema llamado Promenade (‘paseo’) el cual se oye desde el inicio y luego a lo largo de la pieza, mientras el visitante de la exposición va de cuadro en cuadro; aunque él escribió la obra para piano, en Promenade Ravel hizo que el fagot y el saxofón compartieran una apaciguada y a la vez melancólica tonada con el acompañamiento de las cuerdas.
La tonada está inspirada en el cuadro de un viejo castillo en ruinas, y la figura de un trovador que escribe poesía y toca música. Las imágenes musicales de Mussorgsky transmiten un sentimiento de nostalgia por una época que desapareció hace mucho tiempo, pero también tiene una salvaje y furiosa pieza llamada Baba Yaga donde la inspiración le vino de un fantástico diseño para un reloj, y que debe su nombre a la bruja de una leyenda rusa que vivía en una cabaña en ruinas sostenida por gigantes patas de pollo.

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